“La fuerte crisis es la que ha retenido a los jóvenes en las aulas o los ha devuelto a ellas debido a las pocas alternativas laborales”, afirma el sindicato de Comisiones Obreras en su estudio ‘¿Por qué la población joven abandona los estudios?‘. Como no había trabajo, muchos jóvenes decidieron seguir estudiando, de manera que ha caído la tasa de abandono del 41% en 1992 hasta el 19% en 2016, un 22% menos en tan sólo 24 años. Aunque advierten que con la llegada del nuevo ciclo económico podría volver a subir.
El informe divide los últimos 25 años en tres etapas: 1992, 2000 y 2008. La primera y la última etapa sufrieron bajadas en su índice, pero entre el año 2000 y el 2008 subió un 8,9% el abandono de los jóvenes en las aulas, una subida marcada por el boom de la construcción y al turismo de masas. Muchos jóvenes dejaron sus estudios para ponerse a trabajar y empezar a ganar dinero fácil.
Aún con la gran bajada sufrida desde la burbuja inmobiliaria y la crisis, el 19% sigue siendo todavía un porcentaje muy alto. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), ese porcentaje se atribuye a 687.430 jóvenes de entre 18 y 25 años, los cuales no tienen titulación y tampoco estudian. CCOO en su informe calcula que la vuelta a los estudios de estos jóvenes costaría al Estado 3.500 millones de euros, si se llegara a incluir la universidad ascendería a 45.382 millones de euros.
CCOO realiza en el estudio un análisis para conocer las razones por las que los jóvenes abandonan las aulas, las cuales se resumen en:
El mercado laboral. Miguel Recio, responsable del Gabinete de Estudios de CCOO, comentó que los jóvenes que abandonan los estudios antes de tiempo son “varones sin cualificar que consideran que la inserción laboral es más ventajosa y encuentran contratos parciales”. En el período de estudio podemos ver que hay dos factores que les devuelven a las aulas: por un lado, la burbuja inmobiliaria, que dejó en paro a miles de personas tras el boom del ladrillo; y por otro, la implantación de la ley LOGSE, la cual incluye la ESO como educación obligatoria.
La poca apuesta por la Formación Profesional. Francisco García afirmó que «muchos jóvenes quieren estudiar FP de Grado Medio y Superior y no hay plazas», sólo se encuentra presente en el 40% de los institutos. Desde CCOO proponen “adecuar la FP a las características del alumnado que ha abandonado las aulas”. ¿Cómo? Dando “un mayor carácter práctico».
La rígida estructura del sistema educativo. “La estructura del sistema educativo es muy rígida y no es capaz de facilitar la permanencia en las aulas de un determinado perfil de alumnado«, afirmación que sostiene CCOO junto con otros expertos. No hay mucha atención individual, todos los estudiantes van al mismo ritmo de enseñanza. Pedro Badía comentó que la descoordinación entre las administraciones hacen que existan diferencias entre comunidades. Mientras Cantabria cuenta con el menor porcentaje de abandono escolar con un 8,6%, Murcia se encuentra en el otro extremo con un 26,4%.
Poca alternativa a la repetición. Cada alumno que se queda atrasado se le obliga a repetir, algo que puede resultar contraproducente ya que desanima al estudiante. España es uno de los países con más tasa de repetidores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, junto a Portugal y Francia, en total hay por año un 20% de repetidores. Para CCOO la solución se encuentra en programas de apoyo para los alumnos que se encuentran en este porcentaje, o incluso para los estudiantes que tienen un nivel de aprendizaje más lento.
Como soluciones proponen:
- Que el tramo de educación obligatoria llegue hasta el Bachillerato.
- Generalizar la Formación Profesional en la mayoría de institutos, además de adecuarla a los estudiantes que abandonaron las aulas.
- Impulsar las segundas oportunidades en la enseñanza, de manera que los que tuvieron que dejarla tengan opción, ya sea en la enseñanza obligatoria, como en la postobligatoria.
- Más refuerzo y apoyo ante la diversidad de las aulas, para así reducir el abandono de las aulas.
- Fortalecer el reconocimiento de la formación a la hora de la contratación laboral.