El 39,2% de los alumnos españoles con un bajo nivel económico logran buenos resultados académicos frente al 29,2% de la OCDE. En total son 10 los puntos porcentuales más que tiene España frente a la media de los países de la OCDE, según el informe ‘Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2017’, presentado este martes 19 de septiembre en Madrid.
El sociólogo de la Universidad de Zaragoza Pau Mari-Klose ha explicado que pese a que los niños de entornos desfavorecidos suelen presentar resultados académicos más bajos desde las etapas más tempranas, y son más propensos a abandonar los estudios, hay casi un 40% que supera las trabas de pertenecer a una familia desfavorecida y lograr el éxito educativo.
«En España hay un porcentaje relativamente alto que lo hace muy bien. Hay buena proporción de estudiantes desfavorecidos con nivel alto de competencias y esto ha ido en aumento entre 2006 y 2015», ha apuntado este investigador, que ha subrayado que en estos estudiantes influyen las capacidades individuales de cada alumno, la escuela, la familia y el entorno. «No parece que lo hagamos mal en España. Pero pese a estos niveles altos tenemos tasas de abandono y repetición también muy altas» ha añadido.
En concreto, ha expresado en que en la escuela se puede incidir en estos estudiantes «inculcando valores y corrigiendo las trayectorias de desafección que aparecen desde etapas muy tempranas, antes de los diez años». En referencia a la familia, ha apuntado que las dosis de supervisión y exigencia por parte de los padres, combinadas con una buena comunicación y proximidad afectiva, también pueden ser favorecedoras para que estos estudiantes obtengan resultados positivos.
Igualmente, contribuyen a esta superación de los estudiantes desfavorecidos el entorno comunitario, es decir, los recursos públicos (bibliotecas, transportes o el acceso a servicios extraescolares) o los adultos que pueden representar modelos de comportamiento positivo, es decir, ejemplos de hasta dónde pueden llegar si mantienen el compromiso escolar.
En referencia a la posibilidad de la bajada de este porcentaje debido a los recortes y ajustes que desde 2012 han afectado al sistema educativo, como la eliminación de iniciativas como el Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA), Marí-Klose ha señalado «Es difícil cuantificar los resultados de los recortes a corto plazo. Ya veremos las consecuencias más adelante”, además de advertir que “Los recortes, en la medida que inciden en programas importantes, generan pobreza infantil y condiciones socioeconómicas adversas»
Otra de las cuestiones analizadas en este informe tiene que ver con la repetición de curso, un asunto que también ha centrado el debate en la Subcomisión parlamentaria para el Pacto Educativo. En concreto, el catedrático en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña advierte que el 36,1% de los estudiantes españoles a los 15 años acumula un retraso en la escolarización académica, debido fundamentalmente a la repetición «Contra lo que pudiera parecer, la tradición de repetir no parece que haya perdido fuerza, sino que se ha mantenido e incluso aumentado desde el año 2000».
Advierte Julio Carabaña que la repetición se acelera a medida que aumenta el tiempo que los alumnos pasan en la escuela, pues este 36,1% de alumnos retrasados en la escolarización se compone de un 16,1% de repetidores en Primaria y un 20% en la ESO. Así, a los 15 años, la edad teórica de finalización de la ESO, la tasa de idoneidad (porcentaje de alumnos que se encuentran en el curso que les corresponde) era en el 2014-2015 del 63,9% en España, aunque existen diferencias «sustantivas» entre las comunidades autónomas, según advierte este experto. «¿Alguien puede explicar por qué en Aragón, vecina de Cataluña y Navarra, los alumnos que repiten curso son casi la mitad? Es incomprensible», ha aseverado.
Así vemos como por encima del promedio nacional se encuentra Cataluña, con un 76,6% de idoneidad, seguida de País Vasco (72,7%) y Navarra (71,2%), mientras que en el otro extremo de la tabla se sitúan, tras Melilla y Ceuta, con un 47,3% y un 47,9%, respectivamente, Aragón (51,2%), Castilla-La Mancha (56,9%) y Murcia (57,4%).
Otro de los temas analizados en este informe tiene que ver con la defendida autonomía de los centros educativos tanto por el Gobierno como por algunos sectores de la comunidad educativa. Para ello se apoya en la última encuesta que ha hecho a los directores de los centros educativos, esta refleja que España está a la cola de la OCDE en este ámbito, sólo por encima de Grecia e Italia.
Sin embargo, pese a este dato, el experto Miguel Ángel Alegre ha indicado que la autonomía y la innovación educativa son positivas siempre que no generen segregación del alumnado por motivos socioeconómicos. Asimismo, ha subrayado que pueden ser «nocivas» para los centros con escasos recursos materiales y humanos.
«Innovación y autonomía si, pero siempre y cuando tengan lugar en contextos educativos no desiguales, no segregadores y den lugar a ejercicios de evaluación para ver qué se consigue en términos de competencias educativas», ha subrayado en la presentación del documento para el que ha analizado bajo qué condiciones se debería ejercer esta autonomía escolar.
Para Alegre, es necesario apostar por controlar que las escuelas que reciben fondos públicos tengan prerrogativas legales que les impidan seleccionar alumnos y que haya mecanismos de control para evitar prácticas encubiertas: «Al final, las familias han de poder escoger entre proyectos educativos comparables y de calidad».